Hemos visto las bondades que ofrece el software libre, frente al software propietario y que hacen que los problemas de seguridad puedan ser hallados por cualquiera y resueltos de igual modo teniendo así un equipo de "testers" y de programadores ingente sobre nuestros productos de software.
Con software libre, siempre podemos saber que estamos usando y que no, y conceptos por ejemplo como el de un "troyano" dejan de tener sentido con esta filosofía de seguridad.
Por otro lado, y fruto de la propia filosofía de diseño del sistema operativo, amenazas que en otros sistemas pueden resultar en daños importantes a los mismos, no tienen apenas cabida en Linux, como es el caso de los "virus".
Del mismo modo que el sistema operativo y su seguridad han progresado de la mano de miles de desarrolladores, lo han hecho también las herramientas de seguridad que han surgido, fruto de la necesidad de cubrir una determinada tarea o labor de seguridad.
En definitiva y para concluir, Linux es un sistema operativo que siendo software libre, con un diseño robusto y con miles de aplicaciones de seguridad, es especialmente interesante para ser usado no solo en instalaciones caseras sino como gran servidor pudiendo implantar en el, el nivel de seguridad que nosotros deseemos.